Visitar Roma en 3 días es posible aunque lo preferible sería tener muchos más para poder disfrutar de cada rincón tranquilamente y poder respirar su historia, su ambiente y conocer todos sus monumentos.
En Roma hay muchos puntos interesantes y grandes lugares que visitar y no hay tiempo que perder, así que apunta todo lo importante.
Pero si sólo tienes 3 días, aquí te ofrecemos un recorrido típico por la ciudad para que no te dejes nada por ver en Roma. Gracias a la cercanía de Roma con España este suele ser un viaje muy habitual de fin de semana.
Roma en 3 días
Primer día en Roma
Este primer día lo podemos dedicar a las plazas y fuentes de la ciudad. Si quieres visitarlas sin perderte nada de ellas te recomendamos este Paseo por las plazas y fuentes de Roma
Tras dejar las maletas en el hotel te recomendamos dar un paseo por el centro de Roma para conocer sus plazas, fuentes y calles más singulares.
El paseo puede comenzar en la famosa Piazza di Spagna para conocer su escalinata y el ambiente que hay siempre en esta plaza. Arriba se encuentra la Iglesia della Trinita dei Monti y justo abajo la Fontana de la Barcaccia.
Desde allí podemos caminar por la Vía Condotti, una de las principales calles comerciales de Roma hasta llegar a la Vía del Corso y desde allí hasta uno de los monumentos más conocidos de Roma y del mundo, la Fontana di Trevi. No desaprovechéis la oportunidad para haceros todas las fotos que podáis y tirar la típica moneda.
El camino puede continuar, atravesando nuevamente la Vía del Corso hasta el Panteón, el edificio procedente del Imperio Romano que mejor se encuentra conservado.
No dejéis de entrar en este espectacular edificio. Cerca de allí, tenemos otra de las plazas más famosas de la ciudad, la Piazza Navona, una gran espacio donde podemos admirar sus bonitas fuentes barrocas. En total, tres.
Y para terminar el día antes de ir a descansar para comenzar un nuevo día, iremos a la Piazza de Venezia donde se encuentra el Monumento a Victor Manuel II, que destaca por su color blanco, aunque muchos dicen que desentona con el ambiente.
Justo por detrás de este monumento y subiendo unas empinadas escaleras llegaríamos a la Piazza del Campidoglio. Después de este recorrido ya podéis parar a cenar en alguno de los famosos restaurantes de Roma.
Qué hacer en Roma el segundo día
Si el día anterior lo habíamos dedicado a la Roma más monumental y barroca, este día lo debemos dedicar a su parte más histórica, aquella que nos ha dejado el Imperio Romano.
El día hay que comenzarlo en el Coliseo, uno de los más famosos monumentos que visitar en Roma. Entrar en él es una experiencia única y te retrocede en el tiempo 2.000 años de repente.
Junto a él se encuentran el Foro Romano y el Palatino, dos lugares también de obligada visita. Si veis que el Coliseo hay mucha cola podéis visitar primero el Foro Romano y aprovechar que la entrada es la misma.
El siguiente destino es la Boca de la Verdad, que se encuentra en la Iglesia de Santa María de Cosmedin. En el camino dejarás a un lado el Teatro Marcello, otro gran monumento imperial.
No te olvides de hacerte una foto metiendo la mano en la Boca de la Verdad como manda la tradición.
Seguramente ya tengas pocas fuerzas para continuar andando, pues todas estas visitas suelen ser muy cansadas.
Lo mejor es cruzar el río y relajarte en el Trastevere y en alguno de sus restaurantes. Te recomendamos una buena pizza en alguno de ellos o si quieres algo más rápido uno de los famosos helados italianos.
Si es pronto también os podéis acercar primero, eso sí, en autobús para que sea más rápido, a las Termas de Caracalla dejando a un lado el Circo Massimo.
El tercer día en Roma
El último día en Roma de los tres lo podemos dedicar a la Ciudad del Vaticano.
Si este día coincide en domingo lo mejor es que lo cambiéis por otro ya que los Museos Vaticanos cierran este día.
En esta zona, lo mejor que te recomendamos, y además evitar colas, es esta visita guiada al Vaticano.
Los Museos Vaticanos te llevarán bastante tiempo por lo que lo mejor es que llegues temprano y así tendrás más tiempo para disfrutar de todas las obras de arte de su interior y sobre todo de la Capilla Sixtina.
Tras visitar los museos, toca ir hasta el interior de la Basílica de San Pedro. Primero la admiraremos desde el exterior en la Plaza de San Pedro para posteriormente entrar y seguir con la boca abierta pues es un templo que no te dejará indiferente.
Es el más importante del catolicismo y en su interior podemos ver la Piedad de Miguel Angel, las tumbas de los Papas y hasta podemos subir a la cúpula y tener una vista genial de Roma.
Para acabar con esta zona, el siguiente punto es el Castillo de San’t Angelo, justo al final de la Via della Conciliazione. Es un castillo muy interesante con unas vistas muy buenas también. Si todavía tienes tiempo, puedes volver al centro para disfrutar de tus últimas horas de Roma.
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