En el verano de 2014 realizamos un viaje a Galicia de 7 días que no olvidaremos, pues fue el primer viaje largo que hicimos como padres. Nuestro pequeño de 8 meses hasta el momento sólo había hecho viajes de fin de semana y este viaje fue una gran prueba de fuego para un futuro viajero.
En total fueron 7 días, con base Santiago de Compostela, desde donde visitamos las mejores zonas de las provincias de La Coruña y Pontevedra. A la vuelta, además visitamos Tordesillas, una de las ciudades más importantes en la historia de España y del mundo.
Este viaje se complementa con el que realizamos en 2010, también con base en Santiago de Compostela. Puedes leer nuestro diario de viaje.
La preparación del viaje
Para esta segunda visita a Santiago de Compostela decidimos alojarnos en el mismo hotel que en el anterior viaje, en el Hotel Los Abetos. Acabamos encantados la primera vez y además se lo hemos recomendado a otras personas que han ido posteriormente.
También decidimos ir en nuestro coche por la libertad que proporciona y también la facilidad que te da al ir con un bebé, que quieras o no, siempre te hace llevar más cosas.
Esta vez, el viaje no lo hicimos desde Madrid, sino desde Plasencia, donde estábamos pasando unos días antes. A la vuelta nos quedamos una noche en Tordesillas, concretamente en el Parador, del que solo podemos hablar maravillas.
Día 1. La llegada a Santiago de Compostela
Salimos temprano de Plasencia siguiendo la Ruta de la Plata dejando a un lado ciudades tan bonitas como Salamanca o Zamora antes de llegar a Puebla de Sanabria, en un recorrido muy bonito que se realiza a orillas del Río Esla.
De Puebla de Sanabria ya hemos hablado en otros artículos y no nos cansamos de repetir que es un lugar que hay que visitar por la belleza de sus calles, su castillo, su gastronomía y sus alrededores, con el Lago de Sanabria como estrella.
A media tarde llegamos a Santiago de Compostela sin mucho más tiempo para disfrutar de esta ciudad, más que hacer algunas compras en un supermercado y cenar.
Día 2. Un paseo por Santiago de Compostela
De Santiago de Compostela tampoco podemos añadir mucho más de lo dicho en otros artículos.
Pero siempre que vamos a esta ciudad no podemos dejar de visitarla como si fuera la primera vez. Nos encanta y además siempre encuentras algo nuevo.
En este paseo dejamos el coche en un parking al norte del Casco Antiguo. Por cierto, sin ascensor, algo que antes no valorábamos pero con un coche de bebé es importante.
Desde allí, comenzamos a caminar con destino la Plaza del Obradoiro no sin antes admirar el Convento de San Francisco, del siglo XII, y la Rúa de San Francisco, donde se encuentra la Facultad de Medicina y Odontología de esta ciudad tan universitaria.
Tras rodear las plazas que rodean la Catedral (Obradoiro, Quintana, Azabachería y Praterías) visitamos su interior con toda la emoción como si fuera la primera vez. Y es que esta catedral impresiona.
El día continuó por las principales callejuelas del Casco Antiguo de Santiago de Compostela admirando sus edificios y palacios y disfrutando de una ciudad que nos encanta.
Día 3. Recorriendo las Rías Baixas de Tui a Vigo
Las Rías Baixas son un punto de interés en Galicia que no puedes dejar de visitar. Se trata de una costa muy bonita con pueblos muy interesantes que si tienes coche te será muy fácil recorrer.
El día comenzó en Tui, al que fuimos directamente desde nuestro hotel de Santiago. Allí aparcamos y dimos un paseo por su Casco Histórico hasta llegar a su monumento más famoso, la Catedral de Tui. Tras disfrutar de esta bonita ciudad, cogimos nuevamente el coche para dirigirnos hasta A Guarda y subir al Monte de Santa Tecla, un lugar desde el que se tienen unas vistas muy bonitas de las costas gallega y portuguesa que se extienden junto a la desembocadura del Río Miño.
Nuestro siguiente destino fue Baiona, circulando por una carretera muy bonita junto a la costa y visitando el Monasterio de Santa María de Oia, hasta llegar a Vigo.
En Vigo dimos un agradable paseo por la zona de la Alameda y el Casco Vello. La verdad es que no esperábamos que Vigo nos gustara tanto pero sí que nos sorprendió.
Ya finalizando el día regresamos a Santiago haciendo primero una breve parada en Padrón y en Iria Flavia, dos lugares muy bonitos.
Día 4. Otro paseo por Santiago de Compostela
Llevar un bebé conlleva cambiar muchos hábitos en los viajes. Y uno de ellos es tomárselo con más calma que si no vas con un niño. Por eso alternamos días intensos de visitas con días más tranquilos. Y este iba a ser uno de ellos.
Lo dedicamos a recorrer nuevamente las calles del centro de Santiago de Compostela, como la Rúa do Franco, la Rúa do Vilar o la Plaza de Fonseca, así como la Plaza do Toural, el Mercado de Abastos o la Plaza de Cervantes.
Y también lo dedicamos a disfrutar de la gastronomía gallega en uno de los innumerables restaurantes que hay en el centro de la ciudad.
Día 5. Las Rías Baixas. De Cambados a Pontevedra
Dos días antes habíamos hecho un recorrido por la parte sur de las Rías Baixas, terminando en Vigo. Hoy lo íbamos a dedicar a la parte norte, posiblemente la más bonita de esta zona de la costa. La zona que comprende las Rías de Arosa y Pontevedra.
Nuestro primer destino fue Cambados al que llegamos después de atravesar campos de viñas de las que se obtiene el albariño.
De ahí que a Cambados se le conozca como la Capital del Albariño. Fue difícil aparcar en Cambados pero pudimos dar un pequeño paseo por sus lugares de interés.
Desde allí nos dirigimos a Combarro dejando a un lado las zonas de El Grove o la Isla de la Toja y la zona de playas de Portonovo, Sanxenxo o Raxó. Combarro estaba saturada de turistas pero aún así no pierde su encanto. Mucha gente dice que es el pueblo más bonito de Galicia.
Nuestro siguiente destino fue Pontevedra, una ciudad histórica y monumental que hay que recorrer a pie para conocerla.
Nos encantó mucho esta ciudad y la lástima es que estuvo durante bastante rato lloviendo por lo que no pudimos disfrutarla al máximo.
El día finalizó en Santiago, a donde volvimos, paseando por la zona más moderna de la ciudad donde está el Parlamento de Galicia o el Parque de la Alameda.
Día 6. La Coruña y la parte norte de la Costa da Morte
Ya habíamos estado anteriormente en La Coruña, pero esta ciudad tiene también un encanto especial que hace que tengamos que acercarnos allí si nos encontramos cerca. Es irresistible.
Y es que no nos podemos resistir a visitar La Marina, la Plaza de María Pita, la Torre de Hércules o la Playa de Riazor. La Coruña es una ciudad que hay que conocer.
Tras comer allí nos fuimos a recorrer la parte norte de la Costa da Morte, que no habíamos visitado en nuestro anterior viaje. La primera villa que te encuentras es Malpica, con un puerto muy bonito, rodeado de interesantes callejuelas.
Desde allí fuimos hasta Laxe, donde se encuentra una famosa playa, antes de terminar el día en Camariñas, donde sufrimos un pequeño percance con una sombrilla que voló tras un fuerte viento. No fue nada con lo que podría haber pasado pero desde aquí queremos dar un tirón de orejas al personal del Hotel Ave del Mar de Camariñas, que no tenía sujetas las sombrillas de su terraza en un lugar donde suele hacer bastante viento.
Antes de llegar de nuevo a Santiago hicimos una breve parada en el Puente de Brandomil, un puente del siglo XVI que cruza el Río Xallas. Sí, el río que desemboca en Ézaro y que es una de las mayores atracciones de la Costa da Morte.
Día 7. Un día lluvioso en Galicia
Nuestro último día completo en esta maravillosa ciudad iba a estar pasado por agua. Durante el resto de días siempre amenazaba lluvia pero este no parecía que fuera a dar tregua.
Para no quedarnos todo el día en el hotel decidimos hacer una visita panorámica en coche a la orilla norte de la Ría de Arousa. Allí se encuentran las Dunas de Corrubedo, un lugar al que queremos volver un día que no llueva, Ribeira, Pobla do Caramiñal o Boiro.
Afortunadamente según avanzaba la tarde el día lluvioso fue dejando paso a algunos rayos de luz y pudimos dar nuestro último paseo por Santiago de Compostela antes de despedirnos hasta la siguiente.
Día 8. Paseo por Tordesillas
Tras abandonar Santiago de Compostela emprendimos camino de vuelta a casa. Pero en esta ocasión no quisimos hacer un viaje tan largo en un solo día por llevar un bebé así que decidimos hacer dos etapas y pasar una noche en Tordesillas.
Tordesillas es un lugar muy importante en la historia, ya no solo por el famoso Tratado de Tordesillas que repartió el Nuevo Mundo entre los Reinos de Castilla y Aragón y Portugal, sino también porque fue el lugar donde fue encerrada Juana la Loca.
El paseo que dimos por Tordesillas visitando sus principales puntos de interés fue algo que nos gustó mucho antes de realizar al día siguiente los últimos kilómetros de vuelta a casa.
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