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Qué ver en Estoril y Cascais en un día. Dos joyas cerca de Lisboa

A tan solo unos kilómetros al oeste de Lisboa se encuentran dos ciudades con un encanto especial que merecen una visita: Cascais y Estoril. Separadas por apenas dos kilómetros, estas ciudades costeras combinan historia, belleza natural y un legado de lujo que data del siglo XVIII.

Desde antiguos pueblos de pescadores hasta refugios de la realeza y aristocracia europea, Cascais y Estoril ofrecen un recorrido fascinante que se puede hacer en un solo día. Aquí te contamos lo mejor que ver y hacer en Cascais y Estoril en un día, con un itinerario que te llevará por las principales atracciones y te permitirá sumergirte en su rica historia.

Si prefieres una experiencia más guiada, te recomendamos reservar un free tour por Cascais o un free tour por Estoril, donde descubrirás secretos y anécdotas de estas dos encantadoras localidades.

Qué ver en Cascais y Estoril en un día

Visitar Cascais, de ciudad pesquera a destino real

Cascais, una antigua ciudad de pescadores, ha evolucionado a lo largo de los siglos hasta convertirse en uno de los destinos turísticos más populares de Portugal. Su transformación comenzó en el siglo XIX, cuando la familia real portuguesa eligió Cascais como su lugar de veraneo, atrayendo a la aristocracia europea y marcando el inicio de su época dorada.

Llegar a Cascais desde Lisboa es muy fácil, ya sea en tren o en coche, y puedes comenzar tu visita directamente desde la estación de tren de Cascais.

El Centro Histórico de Cascais

El corazón de la ciudad es su centro histórico, repleto de calles empedradas, pequeños comercios y restaurantes con terrazas. Un buen punto de partida es la Praia da Rainha, una pequeña playa escondida entre acantilados que ofrece una postal típica de la costa portuguesa.

Pero la verdadera joya es la Praia dos Pescadores, situada en pleno centro de Cascais, donde también se encuentran el Ayuntamiento y el impresionante Palacio Seixas. Este palacio es un recordatorio del esplendor que vivió Cascais desde el siglo XVIII, cuando se convirtió en el refugio de la nobleza.

El Palacio Seixas tiene su origen en una antigua fortaleza que fue transformada en residencia de lujo. Su arquitectura es un claro exponente de las influencias románticas y neogóticas que predominaban en la región durante los siglos XIX y XX. Este edificio, junto con otros palacetes cercanos, refleja el estilo de vida opulento que caracterizó a la alta sociedad de la época.

La Boca do Inferno: naturaleza salvaje en la costa atlántica

A poca distancia del centro de Cascais, se encuentra uno de los fenómenos naturales más impresionantes de la región: la Boca do Inferno. Este acantilado, a unos 2 kilómetros al oeste del centro, recibe su nombre por el rugido atronador que produce el agua al entrar y salir de las cavidades formadas por la erosión del océano. Las vistas aquí son espectaculares, sobre todo durante los días de marejada, cuando las olas golpean con fuerza.

En tu camino hacia la Boca do Inferno, no dejes de admirar la Ciudadela de Cascais, una antigua fortaleza construida en el siglo XVI para proteger la costa de los ataques piratas. Hoy en día, alberga un lujoso hotel y un centro cultural, combinando historia con modernidad.

Cerca de la Ciudadela también encontrarás el Museo Condes de Castro Guimarães, una mansión del siglo XIX que alberga una notable colección de arte y objetos históricos, que permiten conocer mejor la vida aristocrática de la época.

Playa de Guincho: paraíso del surf y la tranquilidad

Si buscas una playa más tranquila y extensa, te recomiendo la Praia do Guincho, situada a unos 8 kilómetros del centro de Cascais. Conocida por sus fuertes vientos y olas, es un lugar ideal para los amantes del surf y el windsurf. Además, su entorno natural, rodeado de dunas y colinas, ofrece un paisaje impresionante que invita a desconectar del bullicio urbano. Aunque está más alejada, merece la pena acercarse si buscas un espacio más amplio para relajarte junto al Atlántico.

Visitar Estoril, lujo, realeza y glamour junto al Atlántico

Después de explorar Cascais, puedes dirigirte a la vecina ciudad de Estoril, famosa por su lujo y glamour desde el siglo XIX. Puedes llegar fácilmente en tren o, si has venido en coche, conducir hasta allí y así evitar volver a por tu vehículo. Una de las opciones más recomendables es caminar por el paseo marítimo que une ambas ciudades, una experiencia particularmente especial al atardecer, cuando el Sol se oculta sobre el Océano Atlántico.

Estoril, como Cascais, fue un importante destino de la aristocracia europea. Durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un refugio para reyes exiliados y espías internacionales. El ambiente de intriga y lujo de aquella época ha perdurado, especialmente en torno a su edificio más emblemático: el Casino de Estoril.

El Casino de Estoril, inspiración para James Bond

El Casino de Estoril, inaugurado en 1931, es uno de los casinos más grandes de Europa y fue una fuente de inspiración para Ian Fleming, el creador de James Bond. La primera novela de la saga, Casino Royale, está inspirada en este icónico lugar.

En sus alrededores, puedes pasear por el Jardim do Estoril, un hermoso parque donde locales y turistas se reúnen para disfrutar de la tranquilidad del lugar.

Estoril también cuenta con la Praia do Tamariz, una de las playas más populares de la región, situada frente al casino. Junto a la playa, se encuentra el Chalet Barros, una imponente mansión que recuerda a un castillo medieval. Este chalet, construido en el siglo XIX, es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y refleja la opulencia de las élites que veraneaban en Estoril.

La huella de la realeza y el turismo de lujo

Estoril no solo fue un destino turístico de lujo, sino también un refugio para aristócratas y monarcas durante el siglo XX. Entre sus ilustres residentes se encontraron personajes como el rey Juan Carlos I de España y el último rey de Italia, Humberto II, quienes vivieron en exilio en la ciudad. Sus imponentes mansiones y palacetes a lo largo de la costa son testimonio de esta época dorada, en la que Estoril se convirtió en un símbolo de glamour internacional.

Otras recomendaciones: Praia do Carcavelos

Si dispones de tiempo adicional, a mitad de camino entre Lisboa y Cascais se encuentra la Praia do Carcavelos, famosa por sus olas y muy popular entre los surfistas. Esta playa es un excelente lugar para disfrutar de deportes acuáticos o simplemente relajarte al sol en una amplia extensión de arena.

Con este recorrido por Cascais y Estoril, puedes disfrutar de lo mejor de la costa oeste de Lisboa en un solo día. Ambas ciudades combinan la belleza natural del Atlántico con un legado histórico de lujo y realeza que ha dejado una huella imborrable en sus calles, palacios y playas.

Puedes encontrar más información en la página oficial de turismo de Cascais.

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