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Visitar Braga en un día y Bom Jesus do Monte. La ciudad de los arzobispos

Al norte de Portugal nos encontramos con una ciudad histórica y de las más importantes del país.

Se trata de Braga, también conocida como la Ciudad de los Arzobispos y es que su Archidiócesis es de las más antiguas del mundo.

En Braga, considerada una de las mejores ciudades para vivir, se encuentra el Santuario de Bom Jesus do Monte, uno de los principales puntos de peregrinaje del mundo y que su simple presencia ya supone un motivo para visitar esta ciudad.

Qué ver en Braga en un día

1. Visitar Bom Jesus do Monte

Braga - Bom Jesus do MonteVamos a comenzar nuestra visita a Braga por el famoso santuario y es que su majestuosidad y la famosa escalinata que da acceso a él es una visita obligada y que hace que un viaje hasta Braga merezca la pena.

El santuario, situado a 5km del centro de la ciudad, que hoy podemos visitar data del siglo XVIII aunque anteriormente ya se encontraba una capilla en este mismo lugar.

Pero lo más fascinante de este lugar es la escalinata en forma de gradas, comenzadas a construir en el siglo XVIII, por las que se puede acceder hasta el monumento.

En la primera escalinata hay dos capillas que representan las estaciones del Vía Crucis.

braga-bom-jesus-do-monte-escalinataEn los siguientes puntos de la escalinata debemos destacar sus fuentes alegóricas dedicadas a los sentidos, cuyos caños se encuentran en los ojos, boca, nariz y oídos de diferentes estatuas.

La última de las escalinatas también tiene anexas diferentes capillas y fuentes que representan a la caridad, la esperanza y la fe.

Son más de 250 escaleras que te llevan hasta los pies del santuario, cuya fachada está flanqueada por 2 torres y diversas estatuas, que se complementan con otras 8 que se distribuyen a lo largo de la explanada y que representan personajes de la Pasión de Cristo.

Otra de las principales atracciones de Bom Jesus do Monte es su funicular, que evita que tengas que subir la escalinata, aunque recomendamos hacerlo para poder admirarla, y que fue el primero que se instaló en la Península Ibérica.

2. Qué visitar en el centro de Braga

braga-catedralUna vez que conoces Bom Jesus do Monte puedes ir a conocer el centro de la ciudad de Braga, que incluso después de visitar esta maravilla también te sorprenderá.

Un paseo por Braga puede comenzar en la Plaza de la República, que da acceso a la zona monumental desde la ciudad moderna. Allí tienes una maravillosa imagen de la Iglesia da Lapa, flanqueada por famosos cafés y restaurantes y justo delante del Castillo de Braga.

Callejeando por el casco histórico de Braga, admirando sus casas y balcones, llegamos rápidamente a la , la Catedral, cuya construcción se inició en el siglo XI y en la que podemos admirar diferentes estilos arquitectónicos. Visitar sus capillas, su claustro y el Museo Tesoro es obligado.

Caminando por sus calles no hay que perderse el Palacio Arzobispal, la infinidad de iglesias (como la de Populo o Santa Cruz) y palacios que te vas encontrando, el Theatro Circo, las tiendas de la Rua do Souto y todo lo que te puedes encontrar acabando en Porta Nova, la puerta de entrada a la ciudad vieja.

3. Otros lugares que ver en Braga

Si ya conoces Bom Jesus do Monte y el centro histórico de Bracara Augusta, que era como se llamaba Braga en tiempos de los romanos, puedes decidirte por visitar los fabulosos monumentos que se encuentran a las afueras.

Uno de ellos es el Monasterio de Tibães o la visigoda Capilla de San Fructuoso de Montélios. Esta última te sorprenderá porque se construyó en el siglo VI y es uno de los principales monumentos de la Hispania Visigoda.

También puedes visitar el Santuario de Sameiros, si sigues el camino que te lleva a Bom Jesus, o incluso acercarte a las cercanas localidades de Guimaraes o Barcelos.

En esta última surgió la Leyenda del Gallo de Barcelos, símbolo de Portugal. Dice la leyenda que un peregrino que iba a Santiago de Compostela tras ser acusado de robo y condenado a muerte le dijo al juez que, como muestra de su inocencia, el gallo que se estaba comiendo se levantaría y cantaría, algo que hizo en el mismo momento en el que el peregrino estaba siendo ahorcado. Pero había un nudo mal hecho y salvó la vida.

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