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Qué ver en Peñíscola en un día. De los pueblos más bonitos

Te contamos qué ver en Peñíscola en un día porque es un tiempo suficiente para conocer este hermoso pueblo de la costa de Castellón, pero te recomendamos estar muchos más días, para disfrutar de todos sus encantos, de sus playas e incluso hacer excursiones a sus alrededores.

Lo más famoso de Peñíscola es su Castillo, del que hablaremos después, pero te recomendamos perderte por sus callejuelas y disfrutar de cada uno de sus rincones en un lugar que te ofrece mucho más que turismo de sol y playa.

Con este recorrido podrás conocer lo mejor que visitar en Peñíscola, una localidad conocida fundamentalmente por el Papa Luna. Para visitarla lo más recomendable es alquilar un apartamento en Peñíscola y disfrutar de la ciudad.

Qué ver en Peñíscola en un día

El Castillo de Peñíscola

El principal punto de interés de Peñíscola es su Castillo, su imagen más conocida y el lugar más visitado. Para llegar hasta él hay que subir por las empinadas calles del casco antiguo, pero merece la pena el esfuerzo.

El Castillo del Papa Luna, que es como también se conoce, fue construido por los templarios a principios del siglo XIV en el mismo lugar donde había una alcazaba árabe. Pero el hecho que cambió su historia fue cuando se convirtió en sede pontificia de Benedicto XIII en el año 1411. Este fue un antipapa, que «se mantuvo en sus trece» tras el Cisma de Occidente.

Visitar el Castillo de Peñíscola es una experiencia única ya que todos sus rincones son sorprendentes, desde el Patio de Armas hasta la Iglesia pasando por el increíble Salón Gótico. Y además es posible subir a sus torres y tener unas vistas geniales del Mar Mediterráneo y de las playas de Peñíscola.

Justo en la entrada al castillo hay una estatua del Papa Luna y pasear por él es una actividad muy interesante si vas con niños, que disfrutarán como nadie.

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El Casco Antiguo de Peñíscola

Te hemos recomendado iniciar la visita en el Castillo pero para llegar hasta él ya habrás disfrutado de parte de su Casco Antiguo. Pero tras visitarlo ahora toca conocer sus alrededores, una zona muy especial de Peñíscola.

Junto al Castillo tenemos la Ermita de la Virgen de la Ermitana, situada junto a las murallas de la fortaleza y a la que se accede tras subir unas escaleras desde la animada Plaza de Armas. La ermita data del siglo XVIII y es de estilo barroco con un bonito campanario cuadrado y una fachada con motivos militares.

Desde allí volvemos sobre nuestros pasos dejando a un lado el Castillo para perdernos por las callejuelas de Peñíscola pero dirigiéndonos a uno de los edificios más bonitos del Casco Antiguo, la Casa de las Conchas, un edificio sorprendente con la fachada totalmente cubierta de conchas que fue colocando la familia que vivía allí hace 50 años para demostrar su amor al mar.

Frente a esta casa se encuentra uno de los miradores que podemos disfrutar de Peñíscola, donde asomarse al Mar Mediterráneo bajo el Faro que domina la península en la que se encuentra el Casco Antiguo de la localidad. Por cierto, al lado del Faro hay también un mirador con unas vistas geniales.

Si seguimos caminando por las típicas calles blancas con macetas de Peñíscola, como por ejemplo la Calle de San Roque, llegaremos a la Calle Mayor, junto a la cuál se encuentra la Iglesia de Santa María, que destaca por su pared blanca y su alto campanario. Tras la iglesia se encuentra la Plaza de Santa María, escenario de series y películas, como Juego de Tronos, entre otras.

Desde allí podemos volver caminando por las callejuelas del Casco Antiguo buscando de nuevo el Mar Mediterráneo hasta llegar a la animada Calle Príncipe donde se encuentra el Museo del Mar, con fotografías, grabados, maquetas y dibujos que recorren la historia marítima de Peñíscola.

En la misma calle se encuentra el Bufador, otro de los principales lugares que ver en Peñíscola. Se trata de un hueco entre las rocas que se encuentra debajo de las casas y que resulta realmente espectacular cuando ves el mar chocar contra ellas. Si el mar está muy revuelto, impresiona escuchar el ruido de las olas.

Desde allí ya tenemos una visión del Puerto de Peñíscola, el último lugar que visitaremos de esta zona tras atravesar la Porta de Sant Pere, una de las puertas de acceso al recinto amurallado de la villa.

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Las Playas de Peñíscola

Por supuesto uno de los grandes atractivos de Peñíscola son sus playas, que se encuentran a ambos lados del Casco Antiguo que acabamos de visitar. Junto al Puerto se encuentra la Playa del Migjorn, también conocida como Playa Sur, de aguas tranquilas y en donde puedes relajarte viendo los barcos llegar al puerto.

Pero la playa más famosa y bonita de la localidad se encuentra al otro lado de la península donde está el Casco Antiguo. Hablamos de la Playa Norte, de 5 kilómetros de longitud y arena fina y desde donde además se tienen las mejores vistas del Castillo de Peñíscola. Y es recordada por las escenas de la famosa película El Cid, protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren.

La Playa Norte se va estrechando a medida que te alejas del centro y te vas acercando a Benicarló, pero a cambio vamos ganando tranquilidad lejos del bullicio del centro.

Un día en Peñiscola

La Sierra de Irta

Con el anterior recorrido habrás conocido lo más importante que ver en Peñíscola pero fuera de su zona urbana tenemos una auténtica maravilla que también deberías conocer.

Hablamos de la espectacular Sierra de Irta, un Parque Natural y Reserva Marina que es además una de las pocas zonas vírgenes de la Comunidad Valenciana. En este parque podemos realizar diversas rutas de senderismo y disfrutar de escondidas calas y acantilados asombrosos que no esperas encontrar cuando visitas Peñíscola.

Uno de los lugares de interés de la Sierra de Irta es la Torre Badum, una torre centinela situada sobre un acantilado de 97 metros y que es un símbolo de la sierra.

Puedes encontrar más información para tu visita a Peñíscola en su página oficial de turismo.

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